Según los bomberos que trabajan en la
zona, se recuperaron 36 cadáveres del lugar en el que se encuentra el autobús
siniestrado y otras tres fallecieron con posterioridad fruto de las heridas. En
el autocar se cree que viajaban 48 personas y que se precipitó unos 30 metros
desde el viaducto Acqualonga entre las localidades de Monteforte Irpino y
Baiano.
De los 39 fallecidos, entre los que
se encuentra también el conductor del autocar, 33 cuerpos fueron extraídos del
interior del vehículo, mientras que otros tres fueron recuperados de debajo de
los restos del mismo.
Los heridos fueron trasladados a
hospitales de la zona y se encuentran en grave estado de salud. Los bomberos
descartan que pueda haber más supervivientes. Las primeras hipótesis hablan de
un fallo en el sistema de frenos del autocar o, incluso, del reventón de uno de
los neumáticos como la causa que le llevó a chocar contra varios coches y
golpear después un guardarraíl, para salirse de la carretera y terminar cayendo
por el viaducto.
Regresaban de Nápoles El ente
Autopistas italianas asegura que el autocar, fletado por la compañía
Mondotravel, llegó a alta velocidad a un tramo en pendiente descendente en el
que ya se habían producido accidentes muy graves y que está señalizado con
indicadores para reducir la velocidad.
Según los medios de comunicación
italianos, los ocupantes del autocar regresaban a Nápoles de una pequeña
excursión por los lugares de culto del Padre Pío en la provincia de Benevento,
siempre en la región de Campania. Los pasajeros del autocar procedían en su
mayoría de las localidades de Giuliano de Campania, Mugnano de Nápoles y Marano
y entre ellos había varios niños, aunque las autoridades no han facilitado la
cifra exacta.
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