LAS AUTORIDADES SE ENFRENTAN A UN NUEVO Y DOLOROSO TIPO DE VIOLENCIA QUE HA DEJADO CIENTOS DE VÍCTIMAS EN TODO EL PAÍS
víctimas de esta nueva modalidad de violencia que afecta a cientos de familias haitianas |
PUERTO PRINCIPE, Haití.- La sonrisa de una muchacha en un enorme cartel en blanco y negro destaca entre el colorido habitual de las calles de Puerto Príncipe pero aun así hay pocos motivos para celebrar: todos saben que es una de las víctimas de los secuestros en Haití, la nueva modalidad de violencia que en los últimos cuatro años se ha convertido en el nuevo enemigo de la nación y en la causa del dolor de cientos de familias haitianas.
El cartel se repite en toda la capital con otros rostros anónimos y el llamado en creole a dar info
rmación sobre sus paraderos y a denunciar a los culpables.
Sólo en el 2007, unas doscientas personas, muchas de ellas niños, fueron secuestradas en este país, y apenas en el primer semestre del 2008 se registraron 157 secuestros, una cantidad superior a la reportada en la primera mitad del año anterior, según las autoridades.
El propio secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un informe sobre la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) dado a conocer en agosto del año pasado, admitió que después de una drástica disminución de los secuestros en 2007 estos aumentaron en los primeros seis meses del 2008, aunque sin alcanzar los niveles del 2006.
Modalidad
El funcionario explicó que los secuestros parecen tener como principal motivación el cobro del rescate y que suelen ocurrir sólo en las ciudades más grandes del país. Ban también advirtió que si bien algunos secuestros parecen ser oportunistas, otros son perpetrados por grupos organizados.
“Hemos progresado mucho en mejorar la situación de seguridad del país. Si se compara la situación del 2004 y 2005 con la actual podemos decir que hemos logrado un cambio notable”, dijo a LISTÍN DIARIO, en su oficina de Puerto Príncipe, Hédi Annabi, el representante especial del secretario general de la ONU en Haití y jefe de la Minustah.
“Hoy existe un nivel de seguridad que es quizá igual de bueno comparado con el de varios países de la región. Todo esto, por supuesto, sigue siendo muy frágil debido a la debilidad de las instituciones (haitianas)”, agregó el diplomático.
La salida precipitada del presidente Jean Bertrand Aristide debido a la presión interna y de la comunidad internacional, sumado a la formación de grupos rebeldes que buscaban su caída, dejó en febrero de 2004 miles de armas en las calles, aun cuando posteriormente las autoridades conminaron a los alzados a entregarlas.
Desde entonces los secuestros han estado a la orden del día y se han intensificado peligrosamente en los tres últimos años.
Precisamente uno de los aspectos del mandato de la Minustah, que tiene desplegados en Haití a 6,952 efectivos militares y 1,925 policías, es contribuir a la creación de un ambiente de seguridad en apoyo a la Policía Nacional Haitiana (PNH), además de impulsar reformas en el ámbito del Estado de derecho, el sistema judicial y penitenciario, la propia policía y, desde el 2007, en el manejo, gestión y seguridad en la frontera.
Más policías
“En julio del 2004 habían 3,500 agentes y la policía haitiana prácticamente se había desvanecido. Para finales de febrero de este año habremos llegado a 9,200 policías y dentro del marco de reformas se prevé que habrá 14,000 policías para finales del 2011: 14,000 policías que tendrán la capacidad de asegurar las funciones básicas de un cuerpo del orden en todo el país”, dijo Annabi a LISTÍN DIARIO.
El viernes pasado, 702 de estos nuevos policías se graduaron en una ceremonia en la que la primer ministro de Haití, MichËle Pierre Louis, llamó a los nuevos agentes a entregarse a su labor.
“Hoy están preparados a enfrentar la verdadera realidad, la de la calle, la de las comisarías, la que hace ustedes auxiliares de la justicia”, afirmó la jefa del gobierno haitiano.
Ese mismo día, más temprano, Pierre Louis dijo a LISTÍN DIARIO que estaba convencida de que se habían conseguido logros importantes en materia de seguridad, pero aseguró que la lucha debía continuar.
“Yo considero que ahora mismo el narcotráfico es el más grave factor de desestabilización en el país; es un problema regional que debe abordarse de manera regional. Y cuando digo regional incluyo a Estados Unidos porque la mayor parte de la droga que transita por Haití va a ese país”, agregó Pierre Louis.
O pasa también a República Dominicana por una frontera en la que la misión de la ONU desplegó, entre diciembre del 2007 y enero del 2008, doscientos cascos azules para apoyar a la Policía haitiana en el mantenimiento de la seguridad y en otros aspectos como aduanas y migración.
Annabi, el jefe de la Minustah, dijo que además, dieciséis barcos han sido ubicados en puntos estratégicos de las aguas territoriales haitianas para ayudar a las autoridades haitianas a asegurar sus funciones básicas de vigilancia.
Pero indudablemente el tema de la seguridad ciudadana, por sus efectos en el clima de estabilidad y por sus consecuencias en pérdidas de vidas, es el que más preocupa a los haitianos y muestra de ello fue la marcha multitudinaria que realizaron miles de personas en junio del año pasado para reclamar acciones más contundentes de las autoridades para frenar la ola de secuestros.
El jueves, un día antes de la graduación de los 702 nuevos agentes, radio Metropole informaba que al menos siete personas en la región metropolitana de Puerto Príncipe fueron secuestradas desde principios de semana, la mayoría de ellas en la centro y en el barrio de Delmas, en la misma zona donde se encuentra el despacho de la primer ministro y la base central de la Minustah.
La primera reacción fue del director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, Pedro Espérance, quien dijo a la emisora que el recrudecimiento de los casos de secuestro está vinculado a la corrupción en el aparato judicial.
“Investigamos a cuatro jueces de instrucción en la región metropolitana que habrían obtenido sumas importantes para liberar a individuos acusados de secuestro”, denunció el activista a la emisora haitiana.