“Esto es un promedio, pero tenemos que entender que República Dominicana tiene muchos microclimas”, aclara Andrés Miguel Campusano, subdirector técnico de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
Las temperaturas no sólo fluctúan en el tiempo; también de un punto del territorio a otro -difieren, por ejemplo, entre el Suroeste y los puntos elevados de la cordillera Central-. Y a pesar de que, según el meteorólogo, es precipitado hablar de temperatura récord, siempre existe la posibilidad de que se registre aunque sea de forma aislada.
“Pero una cosa es la temperatura que miden los instrumentos y otra es la que tú sientes y que se define como sensación térmica, que va en función de la temperatura en sí, la humedad relativa y el viento”, explica Campusano.
Por eso la población puede sentir más calor del que marcan los termómetros. Y para combatir esta desagradable sensación que, de extenderse causa problemas de salud, se imponen las recomendaciones típicas: vestir ropa de colores claros y tejidos ligeros, no exponerse mucho tiempo al sol entre las 10:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde, y consumir mucho líquido.
Humedad
Otro pronóstico para este verano tiene que ver con la pluviometría: junio y julio, -tradicionalmente dos de los meses menos lluviosos- registrarán precipitaciones superiores a lo acostumbrado.
De acuerdo con el subdirector técnico de la Onamet, el aumento de humedad se debe a la desaparición de El Niño -fenómeno que ocurre cuando las temperaturas del océano se tornan más cálidas-, de las aguas del Pacífico ecuatorial oriental y central.
En junio y julio, la zona que incluye las Antillas Menores, Islas Vírgenes, Puerto Rico y La Española espera que las lluvias tengan un comportamiento de 45 por ciento por encima de lo normal, 35 por ciento dentro de lo normal y 20 por ciento por debajo de lo normal.
¿Qué significa eso? Que cuando la temporada ciclónica alcance su período de mayor actividad, entre agosto y septiembre, los suelos estarían saturados y eso, advierte Campusano, amerita que las poblaciones ubicadas en zonas proclives a inundaciones sigan atentas los reportes meteorológicos.
“El verano va a ser caluroso y mientras más calientes están las aguas del Atlántico hay más probabilidades de que se formen ciclones”, recuerda el meteorólogo.
Para la actual temporada se ha pronosticado la formación de 18 ciclones tropicales nombrados, de los cuales 10 pueden convertirse en huracanes, cinco de ellos intensos (de categoría 3 a 5).
CALOR EXTREMO EN NUESTRO PAÍS
Si cree que hace calor, piénselo bien. Estas son las temperaturas más altas registradas en el país, según el Departamento de Climatología de la Oficina Nacional de Meteorología:
Mao: 43.0 grados (31 de septiembre de 1954),
Duvergé: 42.8 grados (29 de agosto de 1965),
San Cristóbal: 42.0 (9 de septiembre del 2005),
Pepillo Salcedo: 41.4 grados (13 de septiembre de 1964),
Neiba: 40.5 grados (4 de agosto de 1980),
La Descubierta: 40.5 grados (4 de agosto de 1980),
Jimaní: 40.2 grados (6 de septiembre de 1997), y
Elías Piña: 40.0 grados (18 de septiembre de 1972).
Las temperaturas no sólo fluctúan en el tiempo; también de un punto del territorio a otro -difieren, por ejemplo, entre el Suroeste y los puntos elevados de la cordillera Central-. Y a pesar de que, según el meteorólogo, es precipitado hablar de temperatura récord, siempre existe la posibilidad de que se registre aunque sea de forma aislada.
“Pero una cosa es la temperatura que miden los instrumentos y otra es la que tú sientes y que se define como sensación térmica, que va en función de la temperatura en sí, la humedad relativa y el viento”, explica Campusano.
Por eso la población puede sentir más calor del que marcan los termómetros. Y para combatir esta desagradable sensación que, de extenderse causa problemas de salud, se imponen las recomendaciones típicas: vestir ropa de colores claros y tejidos ligeros, no exponerse mucho tiempo al sol entre las 10:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde, y consumir mucho líquido.
Humedad
Otro pronóstico para este verano tiene que ver con la pluviometría: junio y julio, -tradicionalmente dos de los meses menos lluviosos- registrarán precipitaciones superiores a lo acostumbrado.
De acuerdo con el subdirector técnico de la Onamet, el aumento de humedad se debe a la desaparición de El Niño -fenómeno que ocurre cuando las temperaturas del océano se tornan más cálidas-, de las aguas del Pacífico ecuatorial oriental y central.
En junio y julio, la zona que incluye las Antillas Menores, Islas Vírgenes, Puerto Rico y La Española espera que las lluvias tengan un comportamiento de 45 por ciento por encima de lo normal, 35 por ciento dentro de lo normal y 20 por ciento por debajo de lo normal.
¿Qué significa eso? Que cuando la temporada ciclónica alcance su período de mayor actividad, entre agosto y septiembre, los suelos estarían saturados y eso, advierte Campusano, amerita que las poblaciones ubicadas en zonas proclives a inundaciones sigan atentas los reportes meteorológicos.
“El verano va a ser caluroso y mientras más calientes están las aguas del Atlántico hay más probabilidades de que se formen ciclones”, recuerda el meteorólogo.
Para la actual temporada se ha pronosticado la formación de 18 ciclones tropicales nombrados, de los cuales 10 pueden convertirse en huracanes, cinco de ellos intensos (de categoría 3 a 5).
CALOR EXTREMO EN NUESTRO PAÍS
Si cree que hace calor, piénselo bien. Estas son las temperaturas más altas registradas en el país, según el Departamento de Climatología de la Oficina Nacional de Meteorología:
Mao: 43.0 grados (31 de septiembre de 1954),
Duvergé: 42.8 grados (29 de agosto de 1965),
San Cristóbal: 42.0 (9 de septiembre del 2005),
Pepillo Salcedo: 41.4 grados (13 de septiembre de 1964),
Neiba: 40.5 grados (4 de agosto de 1980),
La Descubierta: 40.5 grados (4 de agosto de 1980),
Jimaní: 40.2 grados (6 de septiembre de 1997), y
Elías Piña: 40.0 grados (18 de septiembre de 1972).
No hay comentarios:
Publicar un comentario