De las dos cañas, la de La Romana fue más dulce, luego de que los Toros del Este ganaran el primer partido de la serie final 5-3 a las Estrellas Orientales, gracias a un gran pitcheo y recuperación de su abridor Raúl Valdés.
El cubano (nacionalizado dominicano) Raúl Valdés le dio la satisfacción a los miles de fanáticos que no dejaron espacio en las gradas del parque Francisco Micheli, solo para contemplar la primera victoria de los Toros en una final, luego de que ganaran su único campeonato en 1995.
De esa manera se inició la denominada Serie de la Caña (Serie sin Peaje o del Soco, como también la han llamado). En el tercero Buck Coats fue expulsado por discutir pitcheo.
Las Estrellas marcaron tres en el segundo, pero luego los romanenses descontaron con una en el tercero y tres en el cuarto para tomar ventaja 4-3 y cuando Dany Richar pisó el plato impulsado por Martín Maldonado, los romanenses estremecieron las gradas y los tambores redoblaron sin cesar. Los Toros marcaron una más en el sexto anotada por Kevin Barker.
La responsabilidad recayó en Valdés, quien después del segundo siguió para cerrar un noveno episodio perfecto.
“(El dirigente Dean) Treanor me estuvo preguntando si me sacaba del séptimo en adelante”, manifestó Valdés, quien se mantiene sin peder en la postemporada. “En cada ocasión le dije que me dejara”, resaltó.
El abridor oriental, José Rosario (0-1) comenzó muy fuerte en las dos primeras entradas con cuatro ponches ante el mínimo de bateadores, pero en el tercero y cuarto se tambaleó hasta que fue sacado después de hacer solo un out en el cuarto.
Valdés (1-0), después de un primer episodio sin dificultad, se desmoronó en el segundo, cuando las Estrellas marcaron tres con cuatro indiscutibles y un boleto. El refuerzo Edwin Bellorín coronó el acto con sencillo que remolcó a Edward Rogers y a Gabriel Martínez.
De ahí en adelante Valdés fue el amo del montículo. Del tercero al noveno, solo tres jugadores verdes se embasaron, uno por boleto y dos por sencillos al cuadro (short) y al derecho, mientras retiró a nueve en ese tramo.
El mercado negro dijo presenteDe esa manera se inició la denominada Serie de la Caña (Serie sin Peaje o del Soco, como también la han llamado). En el tercero Buck Coats fue expulsado por discutir pitcheo.
Las Estrellas marcaron tres en el segundo, pero luego los romanenses descontaron con una en el tercero y tres en el cuarto para tomar ventaja 4-3 y cuando Dany Richar pisó el plato impulsado por Martín Maldonado, los romanenses estremecieron las gradas y los tambores redoblaron sin cesar. Los Toros marcaron una más en el sexto anotada por Kevin Barker.
La responsabilidad recayó en Valdés, quien después del segundo siguió para cerrar un noveno episodio perfecto.
“(El dirigente Dean) Treanor me estuvo preguntando si me sacaba del séptimo en adelante”, manifestó Valdés, quien se mantiene sin peder en la postemporada. “En cada ocasión le dije que me dejara”, resaltó.
El abridor oriental, José Rosario (0-1) comenzó muy fuerte en las dos primeras entradas con cuatro ponches ante el mínimo de bateadores, pero en el tercero y cuarto se tambaleó hasta que fue sacado después de hacer solo un out en el cuarto.
Valdés (1-0), después de un primer episodio sin dificultad, se desmoronó en el segundo, cuando las Estrellas marcaron tres con cuatro indiscutibles y un boleto. El refuerzo Edwin Bellorín coronó el acto con sencillo que remolcó a Edward Rogers y a Gabriel Martínez.
De ahí en adelante Valdés fue el amo del montículo. Del tercero al noveno, solo tres jugadores verdes se embasaron, uno por boleto y dos por sencillos al cuadro (short) y al derecho, mientras retiró a nueve en ese tramo.
La Romana. El primer partido de la serie final de la caña fue una fiesta de la alegría para dos fanaticadas que acudieron al estadio Francisco Michelli con la esperanza de que salir delante se convierta en la base para conseguir el soñado campeonato.
Los que portaron banderas verdes fueron menos pero se hicieron sentir, a pesar de que llegaron como visitantes a un estadio vendido desde temprano para lidiar con un mercado negro bien aprovisionado y presto a sacar ventaja de los tickets en sus manos.
Los boletos de palcos fueron vendidos en 750 y 800 pesos, siendo su precio original 350. El mar mamey rebosó la gradería derecha y dominó el resto del estadio, aunque a la izquierda se notaron las banderas verdes.
La ceremonia inició tarde y, aunque ágil y corta, arrastró el juego a un retraso de 40 minutos. Los jugadores de los Toros entraron al terreno en un camión de bomberos y de allí salieron portando largas cañas con sus hojas.
El pitcheo de honor, a tres brazos, fue lanzado por Domingo Cedeño, Julián Yan y Leonel Vásquez, miembros del equipo de los Toros que ganaron el torneo de 1994-95.
Morena Mañaná, con más de 30 años de trayectoria en la provincia, interpretó el Himno Nacional. Entonces llegó el primer pitcheo, cuando el reloj marcaba las 8:10. Neftalí Ruiz
Los que portaron banderas verdes fueron menos pero se hicieron sentir, a pesar de que llegaron como visitantes a un estadio vendido desde temprano para lidiar con un mercado negro bien aprovisionado y presto a sacar ventaja de los tickets en sus manos.
Los boletos de palcos fueron vendidos en 750 y 800 pesos, siendo su precio original 350. El mar mamey rebosó la gradería derecha y dominó el resto del estadio, aunque a la izquierda se notaron las banderas verdes.
La ceremonia inició tarde y, aunque ágil y corta, arrastró el juego a un retraso de 40 minutos. Los jugadores de los Toros entraron al terreno en un camión de bomberos y de allí salieron portando largas cañas con sus hojas.
El pitcheo de honor, a tres brazos, fue lanzado por Domingo Cedeño, Julián Yan y Leonel Vásquez, miembros del equipo de los Toros que ganaron el torneo de 1994-95.
Morena Mañaná, con más de 30 años de trayectoria en la provincia, interpretó el Himno Nacional. Entonces llegó el primer pitcheo, cuando el reloj marcaba las 8:10. Neftalí Ruiz
Valdés se reencontró
Luego de un segundo episodio en el que permitió tres carreras, el zurdo estuvo indescifrable el resto del camino para mantener a raya a los orientales.
En el tercero, cuarto y quinto llegó a retirar a nueve en línea. Apenas tres hombres se le embasaron del tercero al noveno episodio. El veterano utilizó todo el plato y aplicó la experiencia para olvidarse de sus inconvenientes al inicio del partido.
En el tercero, cuarto y quinto llegó a retirar a nueve en línea. Apenas tres hombres se le embasaron del tercero al noveno episodio. El veterano utilizó todo el plato y aplicó la experiencia para olvidarse de sus inconvenientes al inicio del partido.
Rosario no aguantó
El joven lanzador recibió una ventaja que no pudo mantenerla ante unos Toros que poco a poco le fueron atacando hasta que salió del montículo. El derecho tambaleó en la tercera y cuarta entradas, con un gran descontrol.
Los dueños de la casa, al descubrir su divorcio con la zona, fueron inteligentes y con paciencia hicieron su trabajo, a diferencia de los verdes, quienes lucieron ansiosos.
Los dueños de la casa, al descubrir su divorcio con la zona, fueron inteligentes y con paciencia hicieron su trabajo, a diferencia de los verdes, quienes lucieron ansiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario